We passed upon the stair, we spoke of was and whenThe man who sold the world, del álbum homónimo, David Bowie, 1970.
Although i wasn't there, he said i was his friend
Which came as some surprise i spoke into his eyes
I thought you died alone, a long long time ago
Oh no, not me
I never lost control
You're face to face
With the man who sold the world
I laughed and shook his hand, and made my way back home
I searched for form and land, for years and years i roamed
I gazed a gazely stare at all the millions here
We must have died along, a long long time ago
Who knows? not me
We never lost control
You're face to face
With the man who sold the world
Who knows? not me
We never lost control
You're face to face
With the man who sold the world
Si tuviera que elegir una planta de entre todas las que poseo o he cultivado, esa sería la vinca de Madagascar. No es la planta más hermosa ni tiene las flores más espectaculares. Sin embargo es la planta que, junto con un espatifilo, me ha acompañado más años, 13 en concreto, y eso ha hecho que le tenga un especial afecto . Bueno, no exactamente. También se ha ganado mi aprecio por sus propios méritos, que son muchos. Sus flores son pequeñas y sencillas, pero hermosas, muy numerosas y con un periodo de floración muy largo. En Sevilla mis vincas comienzan a florecer bien entrada la primavera, entre abril y mayo, y dejan de hacerlo con los fríos intensos de noviembre. Ocho meses sin dejar de florecer, no está nada mal ¿no? Me aguantan perfectamente al aire libre, en macetones, con sol directo y orientación este. Sevilla no tiene unos inviernos especialmente fríos, pero no obstante siempre hay alguna semana que la temperatura ronda los 0ºC. En esas condiciones la planta se a
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