His hands hide inside a sleeveThe Gathering, Nighttime Birds, 1997.
And little feet play with the ground
beneath him
While up in the sky is where he wants to be
Time will fly
And the wind plays with him
The night will give him its charm
While he walks home
His head's up in a cloud
He feels his pores fill up with fresh air
And there's no doubt
That one day he will be
Where the eye of his telescope has already been
Night will pass
But he's a lot faster
No one can do him any harm
Si tuviera que elegir una planta de entre todas las que poseo o he cultivado, esa sería la vinca de Madagascar. No es la planta más hermosa ni tiene las flores más espectaculares. Sin embargo es la planta que, junto con un espatifilo, me ha acompañado más años, 13 en concreto, y eso ha hecho que le tenga un especial afecto . Bueno, no exactamente. También se ha ganado mi aprecio por sus propios méritos, que son muchos. Sus flores son pequeñas y sencillas, pero hermosas, muy numerosas y con un periodo de floración muy largo. En Sevilla mis vincas comienzan a florecer bien entrada la primavera, entre abril y mayo, y dejan de hacerlo con los fríos intensos de noviembre. Ocho meses sin dejar de florecer, no está nada mal ¿no? Me aguantan perfectamente al aire libre, en macetones, con sol directo y orientación este. Sevilla no tiene unos inviernos especialmente fríos, pero no obstante siempre hay alguna semana que la temperatura ronda los 0ºC. En esas condiciones la planta se a
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